Siguiendo la línea de los blogs anteriores, donde hablamos de:
1. Cómo establecer un hábito
2. Estrategias para segmentar las acciones que a su vez nos lleven de manera más
eficiente a la creación de hábitos
Hablemos ahora de el elemento más difícil, la elección de la acción que más me
beneficia, ya que como seguro te habrá pasado, has encontrado un sinfín de
habilidades que necesitas desarrollar para lograr tu objetivo. Pero ¿Todas las acciones
tienen el mismo impacto? ¿Cómo se cuál es la que yo necesito?
Y para contestar esta pregunta te dejo el siguiente ejercicio que me parece súper
interesante y útil.
Hace unos meses comencé a tomar un curso que me hizo reflexionar sobre un tema
que pone en perspectiva la dificultad de las acciones que tomamos para alcanzar una
meta o mejorar un aspecto de nuestras vidas.
Por que todos sabemos lo difícil que es culparnos por gastar de más un mes, pero lo
que en realidad es difícil es apartar dinero al inicio del mes y ahorrarlo.
¡Y sí! esto es aplicable en cada aspecto de nuestras vidas.
En las siguientes líneas intentaré ponerte un ejemplo de el ejercicio de reflexión que
aprendí, que me recordó este punto, se llama Difficult-Easy vs Difficult-Difficult.
¡Y si!, todos sabemos que nadie escarmienta en cabeza ajena, sin embargo, te quiero
dejar una experiencia personal que seguramente se asemeja a alguna etapa de tu vida.
A lo largo de mi vida he sido una persona que le gusta estar en forma, que disfruta de
tener una capacidad física óptima, y si porque no decirlo, verse bien en el espejo.
Sin embargo, durante mi etapa universitaria comencé a notar que me era un poco más
difícil, mantener en balance mi rendimiento físico y aspecto corporal. Incluso llegué a
buscar remedios en todos los sitios desde las rutinas publicadas por la afamada revista
Men´s Health hasta remedios populares de quema de grasa (cardio en ayuno, no carbs,
saunas).
Y tu te preguntarás, ¿Sirvió? y yo lamentaré contestarte “No”.
Es así como al igual que toda buena persona desesperada y con mala asesoría respecto
a rendimiento físico y composición corporal, deduje “será que no estoy haciendo el
suficiente ejercicio” y fue así como llegue a incontables horas en el gimnasio, dobles
sesiones de alta intensidad, y a consumir proteína hidrolizada.
Y aquí tu pensarás “seguro eso si sirvió” y yo volveré a desilusionarte y decirte “NO”
De hecho, comenzó a tener efectos completamente opuestos a los esperados,
comencé a sentirme cansado en todo momento, me dormía en clase, noté que
empezaba a acumular grasa a nivel abdominal. Y como bien lo imaginas, en vez de
hacer caso a mi cuerpo y escuchar estas señales, me mantuve en esta línea de acción
por muchos años, exigiendo a mi cuerpo más de lo que podía.
Hasta que un buen día me cuestioné ¿en realidad estoy haciendo todo lo que puedo?
O mejor dicho ¿estoy haciendo todo lo que debo?
En realidad, durante estos años estaba realizando actividades que me daban solo la
sensación de avance y más importante, actividades que mi mente estaba dispuesta a
realizar, que no necesariamente eran las que me iban a hacer mejorar.
Y ahora te cuestionarás ¿y qué actividades te hubieran hecho mejorar? ¿Qué no todo
es el ejercicio?
Pues mira lo desgloso de manera sencilla y mediante el ejercicio que te propuse al
inicio:
Acciones Difficult-Easy (conllevan un esfuerzo, pero es un esfuerzo asumible y
regularmente no son las que nos hacen falta en la ecuación), ejemplo de esto en mi
caso:
-Hacer ejercicio con regularidad
-Planificar mi tiempo para priorizar moverme
-Meter ejercicio en horarios complejos (las noches)
-Tomar barritas de proteína
Acciones Difficult-Difficult (más allá del esfuerzo, conllevan un verdadero compromiso
y son las que nos suelen faltar, las que más nos acercan a nuestra meta y las
verdaderamente difíciles ya que nos sacan de nuestra zona de confort) ejemplo de
esto en mi caso:
-Planificar mis horas de entreno en horarios pertinentes (al menos antes de las 21:00
hrs)
-Sesiones menos intensas, más cortas, pero mejor enfocadas en una persona con
múltiples actividades demandantes (estudiante de medicina)
-Disminuir mi consumo de alcohol en cada fiesta (sí, antes bebía mucho)
-Priorizar mi descanso, dormir al menos 8 horas (para permitir a mi cuerpo quemar
grasa y construir músculo)
-Comer proteína magra y de calidad
-En general comer más balanceado y priorizando la calidad
Después de haber leído esto te invito a que realices este ejercicio, que pienses cuales
son las actividades que te sacan de verdad de tu zona de confort, esas actividades que
tu sabes que te beneficiarían pero que representan un esfuerzo muy grande. Porque
todos sabemos que es difícil pagar el gimnasio, pero es aún más difícil ir todos los días.
Recuerda que la vida comienza fuera de nuestra zona de confort.
Y si a pesar de realizar la reflexión aún te cuesta definir las acciones que más te
beneficiarían o no sabes como y por donde empezar, no esperes como yo a que tu
cuerpo grite desesperado por ayuda. Acércate y pregúntanos, tenemos algunas
herramientas que te pueden orientar.